Por Daniel Rivera Vargas

La resolución reciente de la Cámara de delegados de la American Bar Association (ABA) sobre el desarrollo de Inteligencia Artificial demuestra la preocupación que ha comenzado a generarse en la abogacía con estas nuevas tecnologías, dijo el presidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, Manuel Quilichini.

«Todo el mundo sabía de inteligencia artificial, y pensaban que era una tontería, hasta que salió ChatGPT», sostuvo Quillichini.

Usando información que recopila en Internet, esta tecnología puede redactar ensayos, contestar preguntas, entre otros.

Incluso, pueden tomar decisiones mediante ecuaciones matemáticas y de algoritmos, pero careciendo de elementos como compasión o empatía a diversas realidades sociales, y con el agravante de que la información que usa puede ser errada, dijo el presidente del Colegio.

Un ejemplo del riesgo de estos equipos es que, por ejemplo, bajo este tipo de tecnologías, hay programas que han llegado a inferir equivocadamente que gente de determinada raza es más peligrosa que otras, esto al mirar solamente datos, según el presidente.

«Abrieron los ojos, los que no lo habían hecho, de los riesgos de la Inteligencia Artificial», sostuvo Quilichini, quien lleva 20 años como miembro de este cuerpo de delegados de ABA.

La resolución aprobó los siguientes mandatos:

1. Los desarrolladores de IA deben asegurarse de que sus productos, servicios, sistemas y capacidades estén sujetos a la autoridad, supervisión y control humanos.
2. Las organizaciones deben ser responsables de las consecuencias relacionadas con su uso de la IA, incluida cualquier lesión o daño legalmente reconocible causado por sus acciones, a menos que hayan tomado medidas razonables para prevenir daños o lesiones.
3. Los desarrolladores deben garantizar la transparencia y la trazabilidad de su IA y proteger la propiedad intelectual relacionada documentando las decisiones clave tomadas con respecto al diseño y el riesgo de los conjuntos de datos, procedimientos y resultados subyacentes a su IA.

Quilichini entiende que pasos futuros puede ser que el Congreso delinea regulaciones federales para atender el crecimiento de la Inteligencia Artificial.

«Creo que es un paso necesario reconocer los potenciales riesgos de la Inteligencia Artificial», dijo el letrado.  «No es que deleguemos en las máquinas para la toma de decisiones por nosotros. Debemos evitar el enamoramiento de las maquinas», sostuvo.