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Por Paola Arroyo Guzmán

El proceso de licenciamiento de ocupaciones de bajos ingresos en Puerto Rico tiene más requisitos que en otras jurisdicciones de Estados Unidos, de acuerdo a un recién estudio publicado por Institute for Justice (IJ), en colaboración con el Instituto de Libertad Económica (ILE). 

De acuerdo con dicho análisis, en Puerto Rico se reglamentan más de 140 ocupaciones, de las cuales 129 se encuentran activas.

«A pesar del reconocimiento generalizado de esta realidad, el estudio muestra que la carga de las licencias sigue siendo amplia y pesada. En Puerto Rico, existen 129 licencias ocupacionales (sin contar las licencias para ocupaciones deportivas), de las cuales 49 fueron parte de la muestra examinada en License to Work. La carga promedio de estas 49 licencias fue 144 días de educación y experiencia, al menos un examen y $228 en cuotas. Esto no incluye las cargas y los costos de los estudios requeridos», reza el estudio.

Esta edición ofrece un vistazo actualizado de la amplitud y las cargas de la concesión de licencias para 102 ocupaciones de bajos ingresos en los 50 estados, el Distrito de Columbia y, por primera vez en esta edición, Puerto Rico.

Ante esto, la senadora Joanne Rodríguez Veve presentó un proyecto de ley para establecer la «Ley para la Revisión, Aprobación o Derogación Ordenada de las Licencias Ocupacionales en Puerto Rico». 

La medida propone la creación de un organismo evaluador que tendrá la función de revisar sistemática y periódicamente las licencias ocupacionales y profesionales, para determinar qué licencias deben eliminarse, modificarse y cuáles verdaderamente se justifican para proteger la salud y seguridad de los consumidores.

 El abogado laboral Jaime Sanabria Montañez y la licenciada Yarlene Jiménez Rosario puntualizaron los detalles importantes de la medida en entrevista con Microjuris.

«Como parte de ese proyecto de ley, lo que se busca es facilitar que distintos sectores de la sociedad, que a lo mejor, no pueden desempeñarse puedan ejercer las funciones de esos roles si se entiende que el requisito de una licencia no es necesario», dijo Sanabria Montañez, quien destacó que el proyecto lograría que algunos sectores de la sociedad puedan acceder a un empleo.

Sanabria Montañez, de igual forma, dijo que la medida puede incentivar a que más personas se quieran insertar en el mercado laboral. 

Las licencias ocupacionales son permisos emitidos por un gobierno o entidad reguladora para que una persona pueda trabajar en un determinado campo.

«El estudio evalúa particularmente 12 profesiones que en otras jurisdicciones de los Estados Unidos no requieren una licencia para ejercer. Por lo que, la medida podría ser un motor para que las personas que ejercer fuera de Puerto Rico puedan venir a trabajar sin que se les sea tan difícil e ingresar al sector laboral sin dificultad», sentenció la abogada, quien indicó que la medida podría ser un incentivos para que puertorriqueños que viven en otras jurisdicciones puedan venir a trabajar en Puerto Rico.  

Estas licencias suelen exigir que el solicitante cumpla con unos requisitos de educación y experiencia, así como la aprobación de exámenes y el pago de cuotas. Estas exigencias son consideradas una carga para personas de bajos ingresos, porque la combinación de esfuerzo, tiempo y costo puede ser una barrera para que se desempeñen en un oficio o profesión.

Algunos ejemplos de estas licencias son: técnicos de farmacia, asistente dental, lavador de cabello, diseñador de interiores, manicurista, técnico de emergencias médicas, entre otras.

Rechazo a la medida

Por su parte, la Asociación de Relacionistas de Puerto Rico (ARPR) rechazó la medida, la cual describieron como «arbitraria».

Descarga y lee el Proyecto del Senado 1276

«El rol de los relacionistas licenciados es el de aportar, como asesores confiables de los equipos de trabajo en empresas privadas, así como con el gobierno y el tercer sector, en desarrollar y ejecutar adecuadamente planes y programas incluyendo aquellos que pueden impactar la salud, seguridad y servicios a la población. Nuestra capacitación profesional y destrezas están ceñidas a un código de ética, y a una formación mediante programas de educación continua que nos permiten trabajar con verticalidad y responsabilidad junto a nuestros clientes y patronos», dijo Tomás Dardet, presidente de la ARPR.

Según se desprende de la Exposición de Motivos del proyecto, el mismo pretende erradicar la licenciatura de doce profesiones, porque según la autora «se le hace difícil a las personas poder trabajar en Puerto Rico».

«Ante esta aseveración, la asociación rechaza el intento del proyecto de ley debido a que el mismo parte de premisas equivocadas, en menoscabo del trabajo que realizan más de 1,300 relacionistas licenciados en Puerto Rico».

Cabe señalar que en el pasado la ARPR ha salido en defensa de la profesión ante situaciones generadas por personas que se presentan falsamente como relacionistas sin contar con la preparación académica ni la licencia.

Un ejemplo de esos casos incluyó a un productor de programas mediáticos, sentenciado recientemente en el foro federal por acciones ilegales, intentar la venta de influencias y extorsión.

El gremio informó que ha solicitado audiencia para dialogar con senadora Rodríguez Veve y con el presidente del Senado José Luis Dalmau Santiago a fin de presentar la posición de la ARPR en contra de la medida.

«Queremos dejar claro que nos distanciamos de esta propuesta. Somos forjadores de opinión pública y por ende la prestación de servicios a nuestro pueblo requiere de un compromiso genuino de servir responsablemente, con transparencia y seriedad. Para esto, es preciso contar con profesionales capacitados y al día con las normas y tendencias del momento. En la Asociación de Relacionistas de Puerto Rico, hemos sido custodios del mejoramiento profesional y el desempeño ético y responsable por más de medio siglo. Como gremio, hemos velado por garantizar el cumplimiento de la Ley 204, así como de fomentar, apoyar y defender a nuestra clase profesional cuando y dónde sea necesario», añadió Dardet.