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Las versiones originales de Mickey y Minnie Mouse entraron al dominio público, y eso, ¿con qué se come?

03 de enero de 2024
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Por la Lcda. Carolene Fontanet Smith (Saldaña, Carvajal & Vélez-Rivé, PSC)

El 1 de enero de 2024, Steamboat Willie y Plane Crazy, los cortometrajes en los que Mickey y Minnie Mouse hicieron su debut en el 1928, entraron al dominio público en Estados Unidos y con ellos las primeras versiones de los icónicos personajes.

La frase "dominio público" se refiere a material creativo que nunca estuvo o ya no está protegido por derechos de autor patrimoniales. Tales derechos cobijan a obras originales fijadas en medios de expresión y permiten que sus poseedores impidan que otros copien o adapten esos trabajos sin su autorización.

La entrada de las versiones originales de Mickey y Minnie al dominio público es notable, no solo por la popularidad de los personajes, sino también porque ésta se aplazó por casi cuatro décadas.

A la fecha del estreno de Steamboat Willie y Plane Crazy, estaba vigente el Copyright Act del 1909. Bajo esa legislación, los derechos de autor patrimoniales sobre las primeras versiones de Mickey y Minnie habrían expirado en el 1984. Conforme a la ley subsecuente, el Copyright Act del 1976, la protección habría culminado en el 2003.

Mediante el Copyright Term Extension Act del 1998, el término de los derechos de autor patrimoniales en Estados Unidos se prolongó a la vida del autor más 70 años, y en el caso de creaciones corporativas, 95 años tras la publicación o 120 años tras la creación, lo que ocurra primero. De tal forma, los derechos de autor patrimoniales sobre las creaciones corporativas Steamboat Willie y Plane Crazy apenas expiraron al finalizar el 2023.

El fin de esa protección implica que, de la misma forma en que Disney se ha nutrido de trabajos en el dominio público para crear obras como Snow White, The Lion King, y Frozen, ahora cualquier persona puede utilizar a los Mickey y Minnie originales o adaptarlos como parte de sus propias obras, sin necesidad de autorización alguna – siempre y cuando no infrinjan los derechos de autor patrimoniales que aún protegen versiones posteriores de los personajes.

Si bien las versiones originales de Mickey y Minnie ya están en el dominio público, los ratones han evolucionado muchísimo desde el estreno de sus primeros cortometrajes. Por ejemplo, la apariencia del Mickey de Fantasia, película estrenada en el 1940, dista bastante de su primera iteración. Algunos de esos cambios aún están cobijados por derechos de autor patrimoniales, pues se implementaron luego del 1928.

A lo anterior se añade que, al igual que muchas obras creativas, Mickey y Minnie son objeto de múltiples marcas. Las marcas protegen palabras, diseños y otros indicadores sobre el origen de productos o servicios, con el fin de evitar confusión en cuanto a la procedencia de servicios o bienes comerciales. A diferencia de los derechos de autor patrimoniales, las marcas no expiran automáticamente. Siempre que una marca esté siendo utilizada en el comercio, puede renovarse indefinidamente.

Por lo tanto, independientemente de la expiración de los derechos de autor patrimoniales sobre los Mickey y Minnie originales, Disney puede ejercer sus derechos marcarios para prevenir que éstos se utilicen como parte del logo de un restaurante o una marca de ropa, así como cualquier uso que afecte la reputación de sus marcas.

En resumidas cuentas, la entrada de Mickey y Minnie 1.0 al dominio público abre la puerta a una infinidad de posibilidades creativas, pero quienes quieran aprovecharlas deben ir con cuidado, asegurándose de no infringir los derechos de autor patrimoniales sobre versiones posteriores, o las marcas vigentes de Disney.

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