Por Daniel Rivera Vargas

En la meca del cine, el glamour de las alfombras rojas ha dado paso a líneas de piquetes, donde una importante lucha por los derechos de los trabajadores de las artes fílmicas y televisivas está teniendo lugar, según diversos entrevistados por Microjuris.

La controversia se centra en dos asuntos fundamentales. Cómo facturar el trabajo de los artistas en la época del «streaming», cuando el modelo existente estaba diseñado para la televisión convencional.

Cómo protegerse de los avances de la Inteligencia Artificial, que amenaza con reemplazar tanto a los guionistas que escriben los libretos como a los actores y actrices que protagonizan las ficciones que vemos en cines, televisión y teléfonos.

El catedrático adjunto de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jaime Sanabria, explicó que los grupos en conflicto son los productores de cine y televisión por un lado, y los actores de pantalla, televisión y radio, junto con los escritores (SAG-AFTRA y WGA), por el otro.

Uno de los asuntos que ha cobrado relevancia es el interés de los productores en grabar a actores que no sean los protagonistas, pagarles por un día de trabajo y, mediante Inteligencia Artificial (IA), replicar la imagen de ese actor tantas veces como sea necesario para la filmación.

«No está muy claro si van a usar sus imágenes en películas posteriores», sostuvo Sanabria. «Existe el temor de que los estudios se apropien de la imagen de una persona, lo que llevaría a los actores a dejar de recibir los ingresos que actualmente reciben y abaraten el costo de las producciones. Además, hay preocupación de que la Inteligencia Artificial pueda reemplazar el papel y la esencia del actor», agregó.

El otro tema relevante es el de las regalías y los servicios de «streaming» porque los trabajadores artísticos no reciben ingresos suficientes en comparación con el uso tradicional del cine y la televisión.

«Este conflicto es importante para los actores y actrices. Es el momento para que busquen un salario justo por el uso de sus imágenes. La gente ahora comprende su valor. La era del «streaming» abrirá nuevas conversaciones», afirmó el abogado.

En cuanto a los escritores, el catedrático señaló que la Inteligencia Artificial, como ChatGPT, es capaz de proporcionar información para que un «chatbot» escriba un posible libreto, lo que antes requería el trabajo de varias personas.

Esto podría llevar a contratar a un solo libretista para afinar lo que ya ha hecho la máquina, reduciendo así la plantilla de escritores en la industria del entretenimiento.

«Definitivamente se puede hacer. Puedes ceder los derechos de tu imagen... de que es posible, es posible; todos los derechos son renunciables», sostuvo. «Por eso, las luchas actuales son importantes. Si no se establecen controles ahora, es probable que algunos trabajos desaparezcan», añadió.

Momento histórico

Este conflicto laboral ocurre en un momento histórico en el que todavía hay pocas leyes relacionadas con el avance de la Inteligencia Artificial, según indicó Sanabria.

Existen algunas leyes federales y estatales, pero aún no se han abordado completamente los desafíos que representa la IA en la industria del entretenimiento.

Por ejemplo, existe la ley federal Clarifying Lawful Overseas Use of Data (CLOUD Act) sobre el uso de datos y a nivel estatal hay una ley en Nueva York aprobada para prohibir que se use AI para discriminar en el proceso de reclutar empleados.

También hay una legislación para atender el uso de reconocimiento facial en contra de ciudadanos en Las Vegas.

Sanabria contó que hay un caso de una abogada que asistió a un evento en el Madison Square Garden en Nueva York y fue sacada sin ninguna razón aparente por la seguridad del establecimiento.

Resulta que la letrada fue parte de una demanda en contra de la «Arena Más famosa del Mundo» y por ser parte del equipo de litigantes le prohibieron entrar a la instalación y la seguridad la pudo identificar debido a la tecnología de reconocimiento facial.

También el profesor recordó que la administración Biden ha llegado a acuerdos con grandes empresas de tecnología para lograr una autorregulación relacionado a AI.

Todo esto tiene que ver con lo que Sanabria llama «el nuevo oro de estos tiempos» y es la información de las personas.

Explicó que con esos datos es posible para grandes empresas sacarles dinero a los ciudadanos instándolos a base de sus intereses a gastar su dinero, esto a través de acercamientos por Internet y redes sociales.

Reacciona la clase artística

Por su parte, el actor Julio Ramos, con créditos en decenas de producciones, sostuvo que el conflicto se trata de numerosos reclamos tanto del gremio de escritores como el de actores y actrices, un reclamo que se vuelve más robusto al sumar las fuerzas.

Según explicó Ramos, principalmente la pugna es sobre el nuevo convenio que trabajaría el área de la IA.

Además, están negociando plan de salud y de retiro para su gremio.

Por su parte, para el escritor egresado de bachillerato de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y de maestría de la Universidad del Sur de California (USC), Héctor Oliveras García, la pugna comenzó por los reclamos de los escritores y luego se unieron los actores.

Indicó que el conflicto responde a que en los pasados 20 años los artistas casi no han tenido cambios en sus ingresos y su calidad de vida, mientras los jefes de las grandes casas productoras ganan millones de dólares, esto en medio de una industria transformada por el «streaming» y la tecnología.

«Con el sueldo de uno solo de esos jefes grandes de casas productoras se pagan todo lo que piden los actores y escritores y más», sostuvo Oliveras García.

«No tenemos ningún tipo de seguridad laboral para el futuro».

Oliveras García indicó que es incierto cuánto durará el conflicto. Sostuvo que las contraofertas de los productores a las propuestas de los artistas no reflejan intención alguna de su parte de buscar un punto medio.

Con el tema de Inteligencia Artificial, la amenaza de los algoritmos para crear escritos, se une a prácticas recientes de la industria, que han estado reduciendo las plantillas de escritores, escenario que eventualmente afectará la calidad de los libretos.

«No van a dejar de haber escritores, pero ahora habrá menos oportunidades de trabajo», mencionó.

Se trata de un conflicto huelgario que no acabará pronto pero, cuando ocurra, rendirá buenos resultados a favor de estos profesionales, advirtió Oliveras García.

«Van a tener que ceder. Los escritores están muy unidos, es una línea y fuerte. Pienso que los productores van a terminar cediendo. Pero, nos van a hacer pasar algo de hambre... ellos no van a querer sentar un precedente y ceder rápido», afirmó Oliveras García.

«Para los productores es una cuestión de algunos pesos más, unos miles o millones, pero para los actores y escritores es un asunto de supervivencia», sostuvo.

Mientras, para actores como Leonardo Castro Sitiriche, actor que ha salido en series como Cobra Kai y películas como Che, hay demasiado en juego en esta huelga.

«Estos reclamos son importantes porque no solamente estamos reclamando para él ahora sino para el futuro», comentó Castro Sitiriche. «El momento de pelear es ahora».

En lo relacionado a las regalías de «streaming», Castro Sitiriche agregó que cuando todo comenzó hace varios años inicialmente se pensó en proyectos de bajo presupuesto porque la realidad es que el dinero y la mayoría de la audiencia estaba en grandes producciones de cine o televisión regular.

Sin embargo, eso ha ido cambiando y ahora grandes plataformas como Netflix, Amazon y Apple invierten millones contratando a grandes figuras para liderar estos proyectos, pero muy poco de ese dinero llega a los actores.

A esto hay que sumarle las implicaciones de Inteligencia Artificial, donde los derechos de los actores al uso de su propia imagen están en juego, contó Castro Sitiriche.

«Esto de repente explotó. Yo no tengo problema con que usen la Inteligencia Artificial, con la tecnología, que abaraten costos, pero no a costa de los actores, o que pueden usar mi imagen a perpetuidad sin pagar».

Castro Sitiriche sostuvo que mucha gente quizá no se identifica con esta huelga porque piensan en las figuras que ganan sueldos millonarios como Tom Hanks, Brad Pitt y Scarlett Johansson, pero aseguró que esa no es la realidad de la mayoría de los actores y actrices.

De otro lado, el actor unionado Alfredo de Quesada indicó que se espera que próximamente se una el gremio de técnicos.

Por lo que, el frente de artistas será más sólido contra los productores.

«Esta pelea la pudimos haber tenido hace algunos años atrás cuando se firmó el primer convenio de nuevos medios, cuando comenzaron los servicios de «streaming», pero no estaba claro cuán grande iba ser todo esto. Ahora mismo los nuevos medios de «streaming» son igual o más importantes que la televisión regular y se les había dado mucho permiso a que nos pagaran una miseria y ahora que el contrato expiró, es el momento de volver a negociar».

Contó que él recibe más de las oportunidades que tuvo en programas como Law and Order, que se transmite por el canal NBC, que lo que recibe de su participación en Orange is the New Black, uno de los grandes éxitos de Netflix.

«El problema de verdad es lo que va a ser ahora con la Inteligencia Artificial. Los productores están por ejemplo hablando de escanear tu cara por $50 y ponerte de extra y sin remunerar un centavo adicional. Estamos hablando de que te pueden digitalizarte a ti y entonces no pagarte nunca más», sostuvo.

Huelga medular

Para el crítico de cine Mario Alegre Femenías la huelga es medular para el futuro del entretenimiento visual. «Es una huelga necesaria en el que la industria se juega su futuro a raíz de estos conflictos laborales», dijo Alegre Femenías.

Manifestó que mientras los portales de «streaming» no son transparentes en asuntos como la cantidad de gente que ve sus programas. Indicó que el 87% de su matrícula de 160,000, hay personas que tienen sueldos anuales de $26,000.

«Ya hemos visto cómo resucitan a personas. Ahí si buscan el permiso de los familiares y los herederos y etcétera, pero es como un indicio de que no necesito a los actores nuevos si puedo usar a los muertos», sostuvo. Recordó el momento en que se usó una versión de Peter Cushing en Rogue One, aludiendo actor de la trilogía original de Star Wars fallecido en 1994 pero recreado mediante AI en 2016.

«Cushing fue un momentito de asombro y ahora mira todo lo que puede hacer». Implicaciones «Van a comenzar retrasos en fechas de estreno, para propósitos del consumidor».

En cuanto a la clase actoral y los escritores, Alegre Fermenías sostuvo: «Honestamente no sé qué va a salir de aquí, si pienso que los actores y los guionistas no deben ceder a lo que le quieren imponer. Fácil la huelga se va a extender por todo el 2023 porque no hay un punto medio, pero van a tener que encontrar uno».