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Por Daniel Rivera Vargas

Un hombre que se declaró culpable de participar en el tráfico de aproximadamente 500 kilos de cocaína intentó, sin éxito, obtener una reducción de su sentencia en el foro federal.

Según una decisión emitida la semana pasada por el Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito en Boston, el hombre fue arrestado por agentes de la Policía de Puerto Rico el 27 de agosto de 2020, mientras viajaba en un velero junto a otras tres personas por aguas del oeste de la isla.

Cuando los agentes se acercaron, los sujetos comenzaron a arrojar paquetes al mar. Aun así, los uniformados lograron recuperar 19 paquetes que contenían aproximadamente 500 kilos de cocaína al momento de detener a los tripulantes de la embarcación.

De acuerdo con la decisión, las autoridades federales asumieron jurisdicción del caso, y un gran jurado imputó seis cargos criminales relacionados con la droga transportada. Encarnación Báez se declaró culpable de todos los cargos. Durante la vista de sentencia, el acusado explicó que era un guía turístico desempleado debido a la pandemia, que no tenía antecedentes penales y que provenía de un hogar pobre, donde trabajaba desde niño.

Aunque las guías discrecionales de sentencia recomendaban una pena de entre 135 y 168 meses de cárcel (hasta 14 años de prisión), las partes pidieron una condena menor. La fiscalía federal solicitó 108 meses (9 años), mientras que la defensa pidió 87 meses (poco más de 7 años). El juez Francisco Besosa concedió la sentencia solicitada por el Ministerio Público.

Poco después, el acusado apeló la sentencia, alegando, entre otras cosas, que el juez «no discutió expresamente factores mitigantes» como su crianza, su trasfondo socioeconómico, el hecho de haber trabajado desde niño y su situación de desempleo. Sin embargo, la fiscalía argumentó, y los jueces de Boston le dieron la razón, que la defensa no presentó estos planteamientos ante el juez Besosa, por lo que se consideraban renunciados.

Incluso si los argumentos no hubieran sido renunciados, señalaron los jueces apelativos, Besosa no cometió un error en la sentencia, ya que los jueces no están obligados a pronunciarse sobre todos los factores atenuantes o agravantes. Además, el juez indicó que había tomado en cuenta las declaraciones del acusado durante la vista de sentencia, en las que aludió a esos factores mitigantes.

«El récord demuestra que los factores atenuantes identificados por el convicto no fueron ignorados ni pasados por alto. El tribunal simplemente no le dio a esos factores el peso que el convicto esperaba», expresa el foro apelativo.

También los jueces apelativos indicaron que no hubo abuso de discreción por parte del juez Besosa porque los hechos del caso «involucran un trasiego de cocaína significativo».