El juez del Séptimo Circuito federal, Richard Posner, ha probado una y otra vez que no tiene miedo de expresar a viva voz justo lo que piensa. Y aunque este también es conocido por su desempeño jurídico e intelectual, su candidez le ha merecido una sucesiva aparición en distintos periódicos.

En su última aparición pública en Chicago en una librería, a la que se le invitó para el lanzamiento de una biografía suya autorizada, Posner expresó que el «Tribunal Supremo es horrible».

«Actualmente estoy escribiendo un libro que se llama Strength and Weaknesses of the American System (Fortalezas y debilidades del sistema estadounisense). Es casi enteramente sobre la judicatura federal. Así que tengo 10 páginas de fortalezas y cerca de 320 de debilidades», expresó.

Acto seguido, luego de provocar risas en los presentes, Posner añadió:

«Soy muy crítico. No creo que los jueces son muy buenos. Creo que el Tribunal Supremo es horrible. Creo que se alcanzó un nadir real. Probablemente sólo un par de jueces, Breyer y Ginsburg están cualificados. Son buenos, pero no geniales», añadió.

Según abundó Posner, la culpa de estas debilidades de la judicatura son los políticos y los oficiales jurídicos. Por un lado, el nombramiento de jueces porque pertenecen a un partido en particular, aunque no sean particularmente brillantes ni tengan experiencia en litigio. Por otro lado, el pensar que el juez que se nombre no es realmente importante sino los oficiales jurídicos que escribirán la opinión por ellos.

«Por supuesto que a los políticos no les importa mucho la calidad de los jueces. Son políticos interesados en política. No están interesados en tener buenos jueces», comentó.

Finalmente, en la parte de preguntas y respuestas de la actividad, se le preguntó que si se le exigía a los jueces que escriban sus propias opiniones, ¿qué pasaría?:

«¡Eso sería fabuloso! La mitad de los jueces renunciaría».

Por otro lado Posner reflexionó que es «ridículo» tener un juez en un tribunal apelativo que no tenga ninguna experiencia en litigio. Según señaló, en el Supremo sólo un juez tiene experiencia como litigante.

Para culminar con sus críticas, este señaló que Ginsburg y Breyer son los únicos jueces «legibles y elocuentes». Con los demás, «no perdería su tiempo».