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Destacan fortalezas del juez federal Breyer

15 de junio de 2021
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Por Daniel Rivera Vargas

Con 82 años de edad y tras casi 30 años en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, el juez asociado Stephen Breyer podría convertirse en el próximo juez en dejar el más alto foro judicial y Microjuris.com conversó con una exoficial jurídico del veterano juez sobre su trayectoria jurídica y lo que representa la vacante para el presidente Joe Biden.

Entre las principales aportaciones del juez se encuentra su filosofía a favor de la importancia del poder legislativo federal, según explicó su exoficial jurídico y profesora de derecho constitucional en Columbia University, Christina Duffy Ponsa-Kraus, quien además de ser oficial jurídica de Breyer en el Supremo, laboró como oficial jurídico en el Tribunal de Apelaciones para el Segundo Circuito para el también puertorriqueño José Cabranes.

«Algo que lo distingue a él (Breyer) es que tiene una gran fe en el Congreso y en el proceso legislativo, que es algo bien importante en el Tribunal Supremo: esa fe en que la legislatura es la que debe, puede resolver muchos problemas que el tribunal no está en la mejor posición de resolverlos», dijo Ponsa-Kraus.

«Lo más grande que se perdería (con su retiro) es que es la voz que consistentemente abogó por la legislatura», puntualizó la profesora de Columbia University.

«Él consistentemente ha dicho y escrito que hay que confiar en la legislatura. Pienso que en un país tan dividido es difícil creer en el Congreso, pero desde que trabajó en el Comité de lo Jurídico con Ted Kennedy, y él se acuerda de una época en la que en su experiencia personal los demócratas y los republicanos se comunicaban y colaboraban de una manera que no ocurre tanto hoy día. Él siempre ha dicho que la legislatura es la rama de gobierno que tiene el rol de resolver los problemas. El tribunal está para resolver casos, pero es la legislatura la que debe resolver los problemas de de día a día», reflexionó Ponsa-Krauss.

Nacido en 1938, Breyer es el juez de mayor edad en el alto foro y fue nombrado por un demócrata, por lo que su especulada renuncia le permite a ese partido nombrar a una nueva persona a fin con la visión de esa colectividad en momentos en que los republicanos han nombrado a seis de los nueve jueces en ese foro. Los nombramientos de juezas o jueces son de por vida, así que solo surgen vacantes cuando alguien muere, como pasó recientemente con Ruth Bader Ginsburg, o por renuncia.

Decisiones judiciales

En términos de decisiones judiciales, Ponsa-Krauss entiende que la más relevante es United States v. Booker. Se trata de la decisión que resuelve que las guías de sentencia en casos penales no son obligatorias, sino guías o sugerencias para el proceso decisional de los jueces de condenar a una persona por un delito, impidiendo que este mecanismo fuera derogado.

«Es una opinión muy importante», sostuvo.

Breyer estudió en universidades como Stanford, Oxford, y Harvard.

Fue oficial jurídico en el Tribunal Supremo para el juez Arthur Goldberg, trabajó en la Comisión de lo jurídico del Senado de Estados Unidos, en la división antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y fue fiscal especial para la investigación de Watergate, el caso que llevó a la renuncia del presidente Richard Nixon.

También ha sido profesor en universidades como Harvard, y en lugares como Roma, Italia, y Sydney, Australia.

Breyer fue juez del Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito en Boston —que atiende los temas de Puerto Rico— desde 1980 a 1994, presidiendo el foro entre 1990 a 1994, año en el que juramentó al Tribunal Supremo tras ser nominado por el presidente demócrata Bill Clinton.

El juez puertorriqueño Juan Torruella fue juez apelativo desde 1984, por lo que coincidió por casi una década con Breyer en ese foro.

Ponsa-Kraus resaltó que por esa experiencia en Boston, Breyer se convirtió en una persona que conoció a Puerto Rico, que estudió y que sentía gran admiración por jueces federales como el fallecido Torrruella, con quien trabajó por casi una década durante sus años en Boston.

«Como juez del Primer Circuito, como Chief Judge que fue, lo que hizo que yo admiro es que se dedicó a aprender sobre Puerto Rico, a conocer de la isla, a informarse, a cultivar relaciones con abogados, con profesores en la IUPI (Universidad de Puerto Rico), con (el exdecano de la Escuela de Derecho, Antonio) Tony García Padilla, también estudiando, escribiendo. Él mismo no se pinta de experto. Conoce la isla, la estudió, pero le interesó el tema de Puerto Rico y reclutó muchos oficiales jurídicos de Puerto Rico», indicó Ponsa-Kraus

«Sí tuvimos conversaciones sobre Puerto Rico. Los detalles no los recuerdo. En mi tiempo como oficial jurídico de él, no se resolvió nada que tuviera que ver directamente con Puerto Rico. Le encantaba Puerto Rico. Admiraba al juez Torruella, al juez Cabranes. Tenía mucho respeto por los jueces, tenía mucho afecto por la isla», agregó.

Efecto sobre Biden

En cuanto a Biden, la profesora Ponsa-Krauss sostuvo que el retiro de Breyer es una gran oportunidad que se le negó al presidente Barack Obama en las postrimerías de su mandato, cuando el Senado de Mitch McConnell no consideró a su nominado al Supremo, Merrick Garland, ahora secretario de Justicia de Estados Unidos.

«Es una oportunidad para asegurarse de que el lado demócrata mantenga la voz que merece en el Tribunal. Los jueces deben ser neutrales, pero es inevitable también que reflejen una orientación que coincida con el presidente que lo nombra. Será fantástico si fuera una mujer negra, pero no estoy segura de los nombres que se mencionan. No sé quién tiene mejor o peor chance… Lo más importante es que tenga buenas calificaciones, pero en ese tribunal hace falta más diversidad», sostuvo.

Sobre la posibilidad de que Biden intente ampliar la cantidad de integrantes en la Corte Suprema ante la alta cantidad de voces conservadoras, Ponsa-Krauss dijo que es algo delicado, que no se debe politizar el Tribunal, y que no importa que administración lo haga —republicanos o demócratas— crea un problema.

«Es un riesgo muy grande», indicó.

Más opiniones

«Yo he estado hablando de algunas de las posiciones del juez Breyer con referencia a la distinción entre la atención debida a cuestiones de derecho civil y casos de diversidad. Pero también estaba diciendo que esas no eran las razones de mi admiración por el juez Breyer, y que, más bien, es sobre la base de dos consideraciones adicionales: la calidad de su pensamiento y su valía como ser humano. El juez Breyer, en mi opinión, está bendecido con un intelecto inquisitivo y amplio, el aprendizaje y la pasión por la justicia. Como ser humano, he descubierto que poseía una gran capacidad para la amistad, un cálido, cariñoso y profundo respeto por las opiniones de otros», opinó el juez José Trías Monge sobre el juez Stephen Breyer en las vistas de confirmación para el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

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