Por Daniel Rivera Vargas

El nuevo directivo en la Junta de Directores del Federal Bar Association (FBA, en inglés) en todo Estados Unidos, el puertorriqueño Joseph G. Feldstein del Valle, tiene entre sus encomiendas revitalizar la participación en la organización.

Esto incluye fortalecer los lazos de la organización con las y los profesionales del derecho, incluyendo su presencia en las escuelas de derecho en Puerto Rico.

Nombramiento de boricua en la cúpula del Federal Bar Association

Con 40 años cumplidos este 3 de diciembre, Feldstein del Valle es natural de Guaynabo y con amplia experiencia en el sector gubernamental, que va desde turismo al sistema carcelario federal.

Es el «managing partner» del bufete Feldstein Soto-Acabá LLC que atiende casos a nivel estatal y federal de asuntos laborales, corporativos y derechos civiles, incluyendo dar seguimiento al caso federal que monitorea las condiciones del sistema de instituciones juveniles.

En entrevista con Microjuris, Feldstein del Valle sostuvo que comenzó a involucrarse con la FBA desde sus años como estudiante en la Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, de donde se graduó en 2010 y en la cual en la actualidad ofrece cursos penales, apelativos, procedimiento civil federal y asuntos correccionales.

«A mí me gusta mucho la asociación, lo que hace, lo que ofrece. Estando en la junta local llegué a ser vicepresidente del primer circuito para la sección de abogados y abogadas jóvenes. He estado en múltiples comités a nivel nacional y luego de ser presidente del capítulo, me comenzaron a nominar a puestos nacionales», sostuvo Feldstein del Valle.

Feldstein del Valle fue nominado para la junta en 2023 y ganó las elecciones en verano para uno de los 11 puestos directivos, cargo al que juramentó en octubre en la convención de Tennessee.

Actualmente, es el único puertorriqueño en el cuerpo directivo, en el cual en el pasado han militado otros boricuas, como fue el caso del hoy magistrado apelativo federal Gustavo Gelpí, quien presidió la FBA a nivel nacional precisamente cuando Feldstein del Valle era oficial jurídico del entonces juez de distrito.

Desde su cargo como uno de los directores de la Junta de FBA, se le ha encomendado ser parte de un comité que debe buscar reactivar la participación de abogados y abogadas así como estudiantes en la organización.

Feldstein del Valle comentó que esta organización no ha estado ajena a lo que ha ocurrido con otros grupos alrededor del mundo, que tras la pandemia y el encierro que se ordenó por razones de salud pública actualmente se han visto mermadas en sus actividades y membresías.

En Puerto Rico, el problema se agrava por la fuga de talento que vive el archipiélago.

Feldstein del Valle habló de las bondades de la organización. «Para abogados, es una organización profesional de esas pocas que trasciende la escuela de derecho. Uno hace excelente «network» (red) de recursos, te abre muchas puertas. El Federal Bar ha sido bien instrumental en mi carrera, me ha conectado con gente que se ha convertido en mentores. Te da un acercamiento al tribunal de la mejor manera posible, te desmitifica un poco esa renuencia de acercarse a un juez», estipuló el letrado.

El portal de la Federal Bar Association, fundada en 1920, indica que el grupo cuenta con unos 15,000 miembros, incluyendo unos 2,000 jueces, y aspira a ser un catalítico en la comunicación entre profesionales del derecho y el tribunal, así como entre los sectores público y privado.

«Para el que sabe aprovechar, te ayuda mucho a expandir tu profesión, para abrirte puertas, hay recursos para que jóvenes abogados sean oficiales jurídicos en cortes federales... gente que uno ve como distante, como socios de un bufete grande, pues te lo encuentras en actividades de la organización y se crea una oportunidad para acercarte y establecer esas conexiones», agregó Feldstein del Valle.

Explicó que el task force al que pertenece tiene la encomienda de revitalizar lazos con profesionales del derecho y estudiantes. Expresó que en la actualidad escuelas de derecho como la de la Universidad de Puerto Rico no cuentan con un club activo de la FBA.

Aseguró que como parte de su labor, esperan contactar a la decana y los decanos de las tres escuelas de derecho para tender puentes o reforzar los existentes con esos programas, ofreciendo el apoyo tanto del capítulo local como del de Estados Unidos.

La organización desea facilitar que más estudiantes tengan experiencias en las áreas de práctica federal que les interese, ya sea migración, quiebra, propiedad intelectual, litigación civil, cuello blanco, entre otras. «Que sea una oferta más a tono con los tiempos, usar la tecnología, tocar temas que usualmente no se aceptan, como la salud mental en la profesión del derecho. Hay que ir ofreciendo opciones», indicó el abogado.

«Para mí, el tener esta posición a nivel nacional me da la oportunidad de ser un enlace entre nuestra clase de abogados en Puerto Rico con el nivel nacional y los foros federales. Que sepan que aquí en Puerto Rico hay excelentes abogados», añadió.

Un ciclo particular

Más allá de FBA, la práctica de Feldstein del Valle incluye un aspecto muy particular: trabaja con reclamos de derechos civiles de personas confinadas y, actualmente, por designación del juez Francisco Besosa, asiste en el caso que monitorea desde el sistema federal las condiciones de confinamiento de menores de edad en las instituciones de Puerto Rico.

Cuando Feldstein del Valle trabajó en el Departamento de Justicia, estuvo en la división de litigios federales y tuvo la oportunidad de trabajar en la parte final o de cierre con el caso Morales Feliciano, el pleito de clase que duró cuatro décadas y que llevó a que las cárceles del país tuvieran un monitor federal para minimizar la violación de derechos civiles.

Casualmente, uno de los abuelos de Feldstein del Valle, Stanley Feldstein, fue uno de los abogados que inició el pleito sobre los derechos de las personas confinadas en 1979.

«Mi abuelo estaba entre los que llevaron el pleito inicial contra el gobierno y me tocó a mí cerrar el caso. Pudimos cerrar ese ciclo en bandos encontrados, pero lo logramos», contó Feldstein del Valle.

Todavía el letrado mantiene contacto con la realidad penal de Puerto Rico, que incluso lo llevó a dirigir la división legal del Buró de Prisiones federal en Puerto Rico. En la actualidad, además de ayudar a confinados en reclamos de derechos postsentencia, ayuda en el caso para menores ingresados que se encuentra en una etapa avanzada.

Actualmente, hay dos instituciones para menores: el centro de Ponce y el de Villalba. Allí hay unos 60 menores. En el pasado, llegaron a ser miles. Puerto Rico es la jurisdicción de todo el sistema federal con menos jóvenes ingresados.

«Estaríamos a 11 estipulaciones por cerrar. Se ve la luz al final del túnel. Estos son casos largos, pero se ha visto ese enfoque de reforma, como se ha implementado estas nuevas prácticas basadas en evidencia, en querer de verdad remediar uno de los más preciados recursos porque hay poco: los jóvenes», indicó.