por el Lcdo. Alexiomar D. Rodríguez-López (Seed Law, LLC / Blog / LinkedIn)

Recientemente, la Compañía de Comercio y Exportación de Puerto Rico anunció la creación del Puerto Rico E-Fulfillment Center; el primer centro en el Caribe de recepción, empaquetado y envío de mercancías compradas a través del comercio electrónico. Este proyecto es un ejemplo del potencial del ecosistema empresarial en la Isla.

En un esfuerzo de aportar a esta nueva economía, a continuación, señalo 7 consideraciones legales a evaluar al establecer un e-commerce en Puerto Rico.

Estructura legal

Lo primero que una empresaria debe considerar es de qué manera va a estructurar su negocio. La razón principal de este paso es proteger su patrimonio personal y dar mayor certeza a sus transacciones comerciales. Para ello debe evaluar los pros y cons de las diferentes entidades jurídicas, por ejemplo: la compañía de responsabilidad limitada, la corporación, las sociedades, cooperativas, las sin fines de lucro, entre otras.

Contribuciones

De la mano con lo anterior, la empresaria debe evaluar las consecuencias contributivas de su negocio, por ejemplo: si conviene solicitar el trato como entidad conducto; si tiene que cobrar el impuesto sobre ventas y uso; y la potencialidad de contribuciones sobre la propiedad.

Permisos*

La empresaria debe obtener el Registro de Comerciante que emite el Departamento de Hacienda y la Patente Municipal desde donde opera el negocio.

Si la empresaria opera su e-commerce desde su casa, necesitará solicitar de la Oficina de Gerencia de Permisos: (1) un permiso de uso domiciliario; (2) los endosos de Bomberos y Salud; y (3) la exclusión categórica. Si decide operar desde un coworking space, debe consultar con la Oficina de Permisos del Municipio desde el cual opera, ya que en San Juan, el Municipio emite una Carta Consulta.

Contratos

Algunos contratos que la empresaria podría necesitar para su e-commerce son: acuerdos de servicios, compraventa de materia prima, arrendamiento de oficina o del almacén, acuerdos para empacar y transportar el producto para su envío, entre otros. Los contratos dependerán de la complejidad de cada negocio.

Términos y condiciones & Políticas de privacidad

Por definición, el e-commerce es parte del comercio interestatal por lo que los términos y condiciones y las políticas de privacidad están sujetos a las guías del Federal Trade Commission (FTC) y del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO).

Respecto a los términos y condiciones, lo prudente es presumir que las cosas van a salir mal y definir qué pasará si: el producto no llega a tiempo o se daña; el consumidor quiere su dinero de vuelta o desea cancelar la orden, entre otros. Sobre la política de privacidad, el consumidor tiene que saber qué tipo de información se recopila y el propósito, o uso, de esta, y acceder voluntariamente.

Publicidad y mercadeo

El FTC y DACO también regulan el tema de publicidad y mercadeo. Ambas agencias proveen guías que facilitan el cumplimiento de los reglamentos. En general, lo más importante es que la información que utilice sea verás y no induzca a error, o confunda, al consumidor –las conocidas prácticas o anuncios engañosos (misleading).

Propiedad intelectual

Por último, pero no menos importante, la empresaria debe proteger su propiedad intelectual y evitar infringir sobre la propiedad intelectual de otros. Lo recomendable es que la protección sea a nivel federal y estatal. De no ser posible, se recomienda el registro de la propiedad intelectual del e-commerce a nivel federal. Algunos ejemplos son: registrar el nombre del negocio como un trademark; registrar obras creativas como copyrights; someter inventos para obtener patentes; y tener mucho cuidado al utilizar o compartir material que no sea original de la empresaria.

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